La votación anual sobre el embargo a la isla podría registrar el mayor número de votos en contra desde 1992. Argentina y Estados Unidos cuestionan la resolución cubana, mientras La Habana denuncia presiones diplomáticas.LA HABANA, Cuba.- Los presidentes de Estados Unidos y Argentina, Donald Trump y Javier Milei, van a lograr agrietar esta semana la casi unanimidad que Cuba había amasado en la Asamblea General de la ONU en contra de las sanciones de Washington a la isla, según fuentes diplomáticas consultadas por EFE.
Cuba va a conseguir sin duda un respaldo mayoritario este martes y miércoles en el debate y la votación de su resolución no vinculante sobre el bloqueo (embargo), pero es muy probable que obtenga el mayor número de votos en contra desde que presentó por primera vez esta iniciativa en 1992. Una victoria algo amarga.
Aunque ningún país ha anunciado públicamente su decisión, múltiples fuentes diplomáticas aseguran a EFE que el consenso latinoamericano contra las sanciones ha saltado por los aires, con hasta cinco potenciales votos contrarios o abstenciones, según algunos observadores.
Por su parte, en la Unión Europea (UE) se han registrando tensiones para mantener el voto unido y en contra de las sanciones extraterritoriales, la posición de años previos. Algunos miembros del flanco oriental dudan de apoyar a La Habana tras las informaciones que la vinculan con Rusia en la invasión de Ucrania.
Una opción que se está barajando en la UE es votar en bloque en contra de las sanciones, pero expresar también conjuntamente en el habitual comunicado posterior el rechazo común a cualquier envío de mercenarios a Rusia.
En las últimas dos ocasiones tan sólo dos países votaron en contra de la resolución (Estados Unidos e Israel), frente a los 187 apoyos que recabó la isla. Y desde 1992 nunca han pasado de cuatro quienes la rechazan, mientras que las abstenciones -que llegaron a sumar 71 en su primer año- se convirtieron progresivamente en apoyos.
Esta votación no tiene repercusiones prácticas, pero se trata de uno de los principales logros (simbólicos) que la diplomacia cubana cosecha cada año en la arena multilateral. Romper la tendencia de los últimos años podría ser un tanto que se apuntasen Trump y Milei.
La pinza Argentina-EE.UU.
Argentina, que había votado tradicionalmente en contra de las sanciones, mantuvo por inercia esa posición en el primer año de Milei en la Casa Rosada, y el presidente cesó acto seguido a la entonces canciller, Diana Mondino.
La posición de Milei con respecto a Cuba es “clara”, argumentó a raíz de la salida de la ministra el vocero del presidente, Manuel Adorni, en lo que se entiende como una declaración de intenciones sobre la posición argentina este año.
Luego está Trump, que de la mano de su secretario de Estado, Marco Rubio, ha puesto en práctica una política de máxima dureza con Cuba desde el primer día de su segundo mandato, empezando por la devolución de la isla a la lista de países patrocinadores del terrorismo.
