Era una biblioteca ambulante y un espacio para la capacitación informática. El Emturyc aseguró que no lo tiene contemplado. «Atrasa», lanzó el concejal del PRO Julián Bussetti, y generó otra discrepancia con la UCR.
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La Ciudad 22 de octubre de 2025
Desechan la implementación del programa “Bibliobús Cultural” para la zona rural
Era una biblioteca ambulante y un espacio para la capacitación informática. El Emturyc aseguró que no lo tiene contemplado. «Atrasa», lanzó el concejal del PRO Julián Bussetti, y generó otra discrepancia con la UCR.
Un bibliomóvil del gobierno bonaerense (foto archivo).
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El gobierno municipal descartó la implementación del programa “Bibliobús Cultural”, que tenía como objetivo llevar la lectura y la capacitación informática a niños de zonas rurales.
El Ente Municipal de Turismo y Cultura (Emturyc) señaló en un informe solicitado por el Concejo Deliberante que “no tiene previstas actividades en el marco de dicho programa” para lo que resta del año. “Sin embargo, a través del Programa de Bibliotecas Protegidas se cumple con el objetivo de acercar un espacio de promoción de lectura y esparcimiento en los sectores más periféricos de la ciudad”, argumentó.
El Programa de Bibliotecas Protegidas fue creado por la ordenanza 8986 y consiste en la asistencia bibliográfica, técnica y administrativa a bibliotecas instaladas en los barrios de Mar del Plata y Batán fundadas por las asociaciones vecinales de fomento y las entidades civiles sin fines de lucro. Cumplen los mismos objetivos y actividades que las bibliotecas públicas municipales y, según la página web del municipio, hay 17, ubicadas en los barrios Aeroparque, Parque Camet, Jardín de Peralta Ramos, Almafuerte, El Martillo, Cerrito Sur, Bernardino Rivadavia, Estación Chapadmalal, Bosque Alegre, López de Gomara, Florencio Sánchez, San José, Estación Camet, Playa Serena, General San Martín, El Progreso y Los Pinares.
La mayoría de los concejales de la Comisión de Hacienda entendió razonable la explicación del Emturyc y archivó un proyecto de Eva Ayala, de Acción Marplatense, para que el Ejecutivo diera cumplimiento a la ordenanza 18878, la que en 2008 creó el Bibliobús Cultural.
Se trataba de una biblioteca ambulante destinada a incentivar la lectura, articular planes de alfabetización, actividades con inserción cultural y “todo aquello referente a la cultura y a la capacitación de los niños comprendidos en los tres niveles de educación obligatoria”. También era “un espacio destinado a la capacitación informática a sectores que, por distintas cuestiones de accesibilidad, no cuentan con tecnología digital”. La intención era que los niños de zonas rurales “aprendieran jugando”.
Ayala no compartió los argumentos del Emturyc. “Se reconoce la inactividad de un programa y se hace una sustitución conceptual por otro programa, el de Bibliotecas Protegidas. Es decir, mientras nosotros preguntamos por un programa de acceso a la lectura con itinerancia planificada, movilidad territorial, nos responden con uno de territorialidad fija. Cuando hablamos de las zonas rurales, nos plantean que el programa de Bibliotecas Protegidas responde a este objetivo. No estamos de acuerdo: creemos que (con el Bibliobús Cultural) estamos hablando de equidad rural, de la posibilidad del acceso a la alfabetización digital”.
La autora del proyecto mencionó que las autoridades municipales “no plantean una alternativa para la zona rural”. Y apuntó que “los países desarrollados están planteando el regreso a la lectura en papel por el impacto que tienen el retraso de la comprensión textual, del pensamiento relacional, por la sobreexposición a los dispositivos digitales”.
Julián Bussetti (PRO) fue más allá del fundamento práctico del Emturyc y argumentó la no implementación del programa desde la ideología. “Nosotros no estamos de acuerdo con el Bibliobús. No tiene sentido, en pleno siglo XXI, tener un Bibliobús, que encima abandonó el gobierno de Gustavo Pulti. El Bibliobús está abandonado en Santa Paula desde los últimos años de la gestión de Pulti, no fue Montenegro el que lo sacó”, afirmó.
“Es un proyecto que atrasa: hoy hay nuevas tecnologías, otras formas, y lo archivamos (al pedido para que se implemente) desde un punto de vista ideológico y convencidos de lo que estamos haciendo”, agregó. Y hasta mencionó la intención de presentar un proyecto para directamente derogar la ordenanza que lo creó.
Sus palabras no pasaron inadvertidas. El bloque de Unión por la Patria, que había entendido el argumento del Emturyc, cambió el voto al escuchar las razones ideológicas del concejal. Y el radicalismo, si bien no llegó a tanto, aclaró que su voto en favor del archivo de la solicitud de implementación del Bibliobús obedecía a los criterios del Ente de Turismo y Cultura, no a “las cuestiones ideológicas” de Bussetti. “Nosotros creemos que el acceso a la cultura tiene que ser democrático y tiene que llegar a todos lados”, aclaró el presidente del bloque radical, Daniel Núñez.
