
El referente en Derechos Humanos participó en España del Consejo General de la Abogacía y disertó como integrante del Observatorio Internacional para la Abogacía en Riesgo.
El abogado marplatense César Sivo participó en España de una reunión del Consejo General de la Abogacía y disertó como integrante del Observatorio Internacional para la Abogacía en Riesgo. Desde ese espacio, distintos profesionales del derecho de Europa, América Latina y África buscan alertar sobre la persecución que enfrentan abogados en distintos países y su rol como garantes de las libertades y el Estado de Derecho.
“El trabajo de los abogados es sostener la vida en democracia”, plantea Sivo. Explica que la tarea del Observatorio es intervenir cuando se persigue o criminaliza a quienes ejercen la profesión, y promover acciones de protección. “Defender abogados es defender la libertad”, resume.
Actualmente, trabajan en un planteo impulsado por Guatemala ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para que se reconozca a la democracia como un derecho humano fundamental. “Si la democracia es un derecho humano, su defensa pasa necesariamente por garantizar la labor de los abogados”, sostiene.
—¿Los abogados están siendo perseguidos gobiernos autoritarios?
—Esto se está dando en todas partes del mundo donde irrumpe la derecha. Normalmente aumenta el autoritarismo y se debilita el Estado de Derecho. Entonces la abogacía se vuelve incómoda. No es casualidad que durante la dictadura argentina existiera la “Noche de las Corbatas” o que muchos laboralistas fueran asesinados. Hoy se vuelve a ver algo similar: persecuciones, hostigamiento, criminalización y hasta asesinatos, como pasa en Colombia o México. Es un patrón que se repite porque los abogados tratamos de garantizar la vida en libertad.
—¿Esa tendencia sucede en Argentina con el gobierno de Milei?
—Hay una tendencia. No voy a decir que esté sucediendo igual que en otros países de América, pero como ya pasa en la región, no podemos estar desprevenidos. Perseguir abogados permite silenciar reclamos. Si prohibís una marcha y los abogados presentan un amparo, después persiguen al abogado. Hoy en Argentina todavía no sucede de forma generalizada, pero sí se sanciona la protesta social. No podemos pecar de ingenuos ni perder de vista lo que pasa en la región.
Sivo, referente en derechos humanos, menciona además que la criminalización de la protesta y la persecución de profesionales del derecho afecta principalmente a colectivos vulnerables: comunidades indígenas, migrantes o minorías sexuales. “Los abogados somos quienes canalizamos esas demandas a los sistemas regionales de derechos humanos. Sin ese puente, muchas denuncias no llegan a ningún lado”.
Por eso insiste en que cada ataque a la abogacía es, en definitiva, un retroceso de las libertades. “La defensa de la profesión es parte de la defensa de la democracia. No se puede separar una cosa de la otra”, advierte.