
¿Cuáles son las razones de los runners para emprender este desafío, que demanda tanto entrenamiento, cuidados y fuerza mental? Los expertos dan sus respuestas y brindan sus recomendaciones
Existe un desafío de muy especial entre los runners del mundo: lograr la World Marathon Majors (WMM) originales, un reconocimiento para los corredores que completan las seis maratones principales del mundo: Tokio, Boston, Londres, Berlín, Chicago y Nueva York. Este premio se otorga por el logro de completar estas seis carreras y se celebra la hazaña con una medalla especial, que contiene a las seis ciudades en la brillante presea.
Sin embargo, muy pocos llegan a tener en su cuello semejante galardón. Cada maratón de por sí, es una hazaña extrema de resistencia cardiovascular, muscular y mental durante varias horas en condiciones climáticas impredecibles.
Existe un desafío de muy especial entre los runners del mundo: lograr la World Marathon Majors (WMM) originales, un reconocimiento para los corredores que completan las seis maratones principales del mundo: Tokio, Boston, Londres, Berlín, Chicago y Nueva York. Este premio se otorga por el logro de completar estas seis carreras y se celebra la hazaña con una medalla especial, que contiene a las seis ciudades en la brillante presea.
Sin embargo, muy pocos llegan a tener en su cuello semejante galardón. Cada maratón de por sí, es una hazaña extrema de resistencia cardiovascular, muscular y mental durante varias horas en condiciones climáticas impredecibles.
Qué lleva a los corredores a imponerse un desafío tan enorme?
El médico psiquiatra Federico Pavlovsky, maratonista y ultramaratonista, director de Dispositivo Pavlovsky, explicó a Infobae: “Hay un dicho sobre la maratón, que es una distancia exactamente de 42,195 km, que dice: ‘De los 42 kilómetros, 30 se corren con las piernas, 10 con la cabeza y los últimos 195 metros con el corazón’ Y este dicho, cuando se corre esta carrera se entiende perfectamente».
Y añadió que en primer lugar, “implica un gran desafío mental, porque el 95% de los corredores son amateurs, que no tienen nada que ver con la elite. La maratón es una experiencia única, un escenario único, multitudinario, y esto implica un desafío, una toma de decisión personal. Aceptar la gradualidad, aceptar que las cosas llevan tiempo, aceptar la humildad, conectar con el cuerpo y no con las explicaciones, con las racionalizaciones».
Y agregó que en una época muy virtual y digital como la actual, la experiencia de la preparación de la maratón es particular porque el maratonista tiene que conectarse consigo mismo, escuchar mucho el cuerpo, recibir ayuda y entrenar mucho tiempo”.
Por su parte, el licenciado Pablo Sucarrat, psicólogo deportivo, entrenador de fútbol y docente, explicó a Infobae: “Yo creo que lo que lleva a un maratonista o a un corredor de 21 km o 10 km a desafiarse es ir de a poco superando sus propios límites. Primero, porque el correr tiene un estímulo en sí mismo, es decir, la actividad física del atletismo tiene un estímulo hormonal gratificante. Ahora, cuando de ese estímulo ya pasan a ser desafíos mentales, es decir, desafíos de resistencia, de romper ciertas marcas personales ya tienen que ver con objetivos propios