
Durante el GP de Las Vegas, el piloto argentino alcanzó los 356,4 km/h. Su marca, inédita en la categoría, se basa en un fenómeno aerodinámico descubierto hace más de 250 años.
La velocidad en la Fórmula 1 no depende solo del motor o del talento de los pilotos. Detrás de cada récord, hay una combinación de ingeniería avanzada y principios físicos que permiten que los monoplazas alcancen cifras impresionantes. Uno de estos principios, formulado hace más de dos siglos por Daniel Bernoulli, es fundamental para entender cómo los autos logran adherirse al suelo y maximizar su rendimiento en la pista, del que fue fiel reflejo la actuación del Franco Colapinto en el GP de Las Vegas.