
Todos los entretelones de lo que es noticia en Mar del Plata.
Hay un indisimulable orgullo en el concesionario del balneario de Punta Mogotes, autor de viralizados videos. También en el hombre de los teatros que comenzó a “militar la temporada” en invierno y en el funcionario municipal que durmió poco y nada este verano coordinando los operativos para una nocturnidad segura. También en el pequeño hotelero que apostó a modernizar su establecimiento para ofrecer un mejor servicio a precios razonables, y en algunos periodistas y comunicadores que siempre miraron el vaso medio lleno. Hay un orgullo en representantes de distintos sectores de una ciudad que, con 151 años recién cumplidos, mostró musculatura, sacó pecho y salió a dar batalla cuando no quedaba otra alternativa. Una Mar del Plata que supo reaccionar. En la previa del gran partido de la temporada, los pronósticos no eran los mejores. Sin embargo, como diría algún futbolista entrevistado a las apuradas con el juego recién finalizado, “el equipo se recuperó y sacó un empate con sabor a triunfo”.
La marcha de la temporada ya da para un primer balance y marca algunos puntos salientes. Mayoritariamente, se coincide en señalar que fue similar a la anterior, aunque están también quienes, como el propietario de los restaurantes especializados en pastas, populares y emblemáticos de la ciudad, se animan a decir que la del 2025 es una temporada mejor a la de 2024. En la hotelería sostienen que bajó escalonadamente más las categorías más altas y menos las más bajas, coincidiendo con los dichos del representante de los restaurantes anteriormente citados. “Tal vez por eso, porque el teatro siempre es comparable con tres estrellas / tres tenedores, queda equilibrado como radiografía del turismo del medio”, observó Carlos Rottemberg, acostumbrado a radiografiar las temporadas marplatenses tras casi cinco décadas apostando a la ciudad.
“Es por ahí el análisis”, reveló por su parte el extitular del Ente Municipal de Turismo, disfrutando como un turista más el festival por el 151° aniversario de Mar del Plata. “Los que se fueron a Brasil son 4 o 5 estrellas, pero se fortificó el turismo del medio, como sucedió históricamente en Mar del Plata, con la certeza de que el visitante de clase media alta es recuperable y volverá cuando el dólar tenga el valor real que le corresponda”, dijo. Y señalando los iluminados edificios ubicados frente al escenario del Paseo Hermitage, añadió que “los miles de departamentos del ‘down town’ marplatense te traen un millón de visitantes en temporada aunque sea para abrirlos una semana por un amigo, familiar o vecino para saber si no pierde una canilla.Y andá a preguntar a Booking o a Airbnb cuántas habitaciones de casas particulares se ocuparon en lo que va de la temporada, con propietarios felices que con esa guita extra pagarán los impuestos de todo el año. Ese núcleo duro es masa crítica cautiva que permite tener una base de visitantes confirmada de antemano”, se explayó. El exfuncionario continuó con su monólogo. “No jodamos más. A Mar del Plata no hay con qué darle. En verano todo pasa por acá. Esta vez la teníamos difícil pero zafamos. Por la clase media, por los jóvenes, por los visitantes de ciudades vecinas que cuando ven en el telefonito que se vienen días de calor, agarran el auto y se vienen, o por los que tienen su departamentito, pero zafamos”, concluyó.