
Gerardo Werthein, hasta hoy embajador de Argentina en Washington, será el nuevo responsable de la política exterior del país sudamericanoJavier Milei ha destituido a Diana Mondino como canciller de Argentina. La titular de la cartera de Exteriores había tenido cortocircuitos previos con el presidente de Argentina, pero la decisión que motivó su expulsión fue el voto de Argentina en Naciones Unidas contra el embargo estadounidense a Cuba. El Gobierno ultraderechista anunció que Mondino será reemplazada por Gerardo Werthein, quien hasta hoy se desempeñaba como embajador de Argentina en Washington y era un hombre cercano al presidente y a su hermana y secretaria de la Presidencia, Karina Milei.La Asamblea de la ONU volvió a aprobar una nueva resolución de condena al embargo estadounidense a la isla caribeña con el apoyo de 187 países y los únicos votos en contra de Estados Unidos e Israel. Debido al alineamiento de Milei con ambos países, se esperaba que Argentina cambiase de bando por primera vez y votase con ellos. No sucedió así y Argentina mantuvo su postura histórica en contra del embargo, una decisión que le costó la cabeza a Mondino.
La resolución de Naciones Unidas, que no es de cumplimiento obligatorio, critica el impacto “inhumano” de las sanciones vigentes y apela al respeto por la soberanía y el derecho a un desarrollo económico independiente.La Presidencia argentina ha argumentado la decisión a través de un comunicado difundido por redes sociales: “Nuestro país se opone categóricamente a la dictadura cubana y se mantendrá firme en la promoción de una política exterior que condene a todos los regímenes que perpetuan la violación de los derechos humanos y las libertades individuales”. La primera reacción pública de Milei fue en la misma dirección. El jefe de Estado retuiteó un mensaje de la diputada Sabrina Ajmechet en el que se expresaba “orgullosa de un Gobierno que no banca ni es cómplice de dictadores”.El comunicado oficial destaca también la necesidad de que el cuerpo diplomático argentino “refleje en cada decisión los valores de libertad, soberanía y derechos individuales que caracterizan a las democracias occidentales”. Como parte de ese giro político, Milei instruyó semanas atrás a todos los diplomáticos argentinos a oponerse a la Agenda 2030 de desarrollo sostenible en los foros internacionales, aunque en este punto su agenda no coincidió con Estados Unidos, que la defiende. Este miércoles, lanzó una fuerte advertencia contra quienes se nieguen a acatar la nueva doctrina y anticipó que “el Poder Ejecutivo iniciará una auditoría al personal de carrera de la Cancillería, con el objetivo de identificar impulsores de agendas enemigas de la libertad”.
Conflictos diplomáticos
La destitución de Mondino parecía inminente desde hacía meses. Esta economista de 66 años, que carecía de experiencia diplomática, ocupaba buena parte de su gestión apagando los incendios que Milei encendía con insultos a países y presidentes. Pese a su trabajo de bombero en emergencias, había perdido la confianza de Milei y, sobre todo, de su hermana. Karina Milei se convirtió con el tiempo en una interventora informal de la Cancillería a través del nombramiento de gente de su confianza. Esos cargos iban en ocasiones incluso en contra de las decisiones de Mondino, la mayor parte de las veces más alineada con la tradición diplomática argentina que con los arranques presidenciales. El voto a favor de Cuba fue un ejemplo de eso.