
Un proyecto de estas características podría provocar faltante de productos por la reducción del espacio para productos de alta rotación y sobre stocks de bienes que pueden no ser de preferencia por el público.El gobernador Axel Kicillof propone reactivar en la provincia de Buenos Aires, una nueva versión (no tan original) de la Ley de Góndolas. Este intento de regulación busca establecer reglas en la exhibición de productos en supermercados para fomentar la competencia justa y proteger a las pequeñas y medianas empresas (PyME). Como un chicle que se pega a la suela del zapato, el proyecto incluye multas y clausuras para aquellos comerciantes que no cumplan con las normativas.
Según su redacción, el proyecto de Ley de Góndolas bonaerense, enviada a la Legislatura provincial, busca fortalecer a las PyME y garantizar una competencia igualitaria -no equitativa- con las grandes empresas, y, según el proyecto, mitigar los efectos de la inflación, como si no fuera un fenómeno monetario.Al igual que la ley nacional anterior de Alberto Fernández, la iniciativa bonaerense pretende regular la exhibición de productos en las góndolas físicas y virtuales de los supermercados. Como si tuviéramos aduanas internas, se exigirá un mínimo de proveedores PyME bonaerenses en cada góndola y la señalización de estos productos con el isologotipo de «Producción Bonaerense».
El proyecto también establece límites a los supuestos abusos de posición dominante y propone un código de prácticas comerciales de cumplimiento obligatorio. Asimismo, se pretende crear un isologotipo de «Producción Bonaerense» para mantener una base de datos actualizada sobre las PyMEs de la Provincia, cosa que podrían hacer de manera muy sencilla integrando las bases de datos con las que dispone la gobernación, caso ARBA.