
Derrotó por la mínima diferencia a Gimnasia de Jujuy. El equipo local corrió y metió para disimular las ausencias de Leyes y Jaurena. Su caudal ofensivo fue escaso, pero Guillermo Sánchez acertó una vez y le dio los tres puntos en un mal partido
Un acierto más que el rival en un partido en el que no hubo muchos. El mérito de plantarse con firmeza del medio hacia atrás. La predisposición para suplir con esfuerzo la incidencia de un par de ausencias que suelen agregarle algo de claridad. Eso fue suficiente para Alvarado, que se impuso 1-0 a Gimnasia de Jujuy y se volvió a instalar en zona de clasificación al Reducido por el segundo ascenso. Al menos hasta que All Boys enfrente este lunes a Quilmes.
Guillermo Sánchez, protagonista de las tres acciones de peligro del equipo marplatense, le dio la victoria con su segundo tanto consecutivo.
Se anularon mutuamente. Alvarado, cuya generación de juego habitual dista de ser fluida, lució más limitado que de corriente con las ausencias de Neri Leyes y, sobre todo, Sebastián Jaurena.
Al equipo visitante, de movida, pareció gustarle la idea de llevarse un punto. Hugo Soria no despegó demasiado de la línea de cuatro. Tampoco se soltaron demasiado el resto de los volantes. En consecuencia, Diego Becker, rodeado de camisetas enemigas, estuvo lejos de gravitar como en otras oportunidades.
Como contrapartida, el elenco local, con su línea de cinco defensores, controló todo lo que Gimnasia podía producir por las bandas con Blas Palavecino y Francisco Molina. Y Albertengo y el “Polaco” Menéndez, casi siempre de espaldas al arco, perdieron la gran mayoría de los duelos contra Robledo y Ortiz.
Salió entonces un partido chatísimo. De los más aburridos de la temporada. Alvarado, al menos, tuvo un argumento ofensivo que funcionó. El pelotazo largo a Belinetz generó sus únicas dos llegadas de la primera parte. El centrodelantero “peinó” dos veces de espaldas al arco y puso en condiciones de correr a Guillermo Sánchez. El ex Argentino de Monte Maíz en la primera ensayó una diagonal y sacó un fuerte remate que controló Bigo. Y en la segunda tiró la gambeta larga y permitió que el arquero lo anticipara con comodidad.