En medio de la retención de tareas que dispuso el STM, la central sindical apuntó contra la «demonización» que intenta hacer el Ejecutivo sobre los trabajadores. Además, exigió “salarios justos” para el sector.
La CGT Regional Mar del Plata se solidarizó con el plan de lucha de los municipales, que iniciaron este miércoles una retención de tareas para reclamar por una recomposición salarial, y repudió la “demonización” de los trabajadores por parte del Ejecutivo.
“Desde la CGT Regional Mar del Plata acompañamos la lucha de los trabajadores municipales y repudiamos la demonización que, de manera irresponsable, el intendente (Guillermo) Montenegro intenta hacer sobre los compañeros”, planteó la entidad que conduce José Luis Rocha.
La CGT consideró que los empleados públicos “son fundamentales para el funcionamiento de la ciudad”, ya que permiten el acceso de los marplatenses y batanenses “a un montón de servicios”. Por ende, “merecen salarios justos”.
“El intendente debe dejar de jugar a las escondidas, ponerse frente al reclamo y ofrecer soluciones serias. El Sindicato de Trabajadores Municipales (STM) viene demostrando su intención de resolver un conflicto que lleva demasiado tiempo, claramente lo que está pasando es culpa de Montenegro”, sostuvo la CGT.
Y añadió: “Las referencias a gobiernos anteriores y las amenazas con aumento de impuestos son síntomas de un intendente que queda preso de su apoyo a Javier Milei, cuyo Gobierno es el generador de los males que enfrentamos en el presente, incluso de los problemas que enfrenta el municipio”.
La central sindical le advirtió a Montenegro que “esta ola liberal que ahora apoya se le está viniendo encima con una ciudad donde aumentan el desempleo y la conflictividad social, y cae la recaudación”.
“En este contexto, sería oportuno no demonizar y considerar enemigos a aquellos que todos los días están al frente de la gestión de los problemas de los vecinos”, resaltó la entidad.
Frente a esta situación, la CGT mostró su acompañamiento a la medida de fuerza del STM y llamó a la unidad de los trabajadores frente a todos aquellos que los ven “como variable de ajuste”.
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