
Es razonable pensar que finalizó, o está por finalizar, la primera etapa del gobierno de Javier Milei. Este semestre culmina con la Ley Bases a punto de ser aprobada nuevamente por Diputados tras el visto bueno del Senado y, en consecuencia, lista para comenzar a regir. Y con un alentador 4,2% de inflación mensual para mayo.
El paciente, aparentemente, salió del estado crítico económico en que lo dejó el tridente Alberto-Cristina-Massa. Sobrevive, aunque es cierto que, para superar la emergencia, la receta libertaria lo puso medio en coma y no abandona aún la terapia intensiva. Pronóstico reservado, como suele decirse.
Y esta será una de las claves de la segunda etapa: el Gobierno -que tuvo el mérito de entender que aferrándose a su diagnóstico teórico no iba a ningún lado y tragó una buena dosis de pragmatismo- no debería asumir que va ganando el partido.