
El de setiembre será el viaje más largo hasta ahora del pontífice argentino, que sufre problemas de movilidad y debe desplazarse en silla de ruedas y que en los últimos meses ha arrastrado problemas respiratorios. Hasta ahora el más largo había sido el de Cuba y Estados Unidos que duró casi 9 días, mientras que será la primera vez además que el periplo incluya cuatro países. Entusiasma a quienes desde hace tiempo esperan la visita de Francisco a la Argentina, algunos gestos recientes que refuerzan esta posibilidad. El viernes pasado, el Papa recibió en el Vaticano al padre Pablo Viola, quien se desempeña como delegado de la Pastoral de Adicciones de Córdoba. Compartieron una extensa charla, hubo intercambio de regalos y en la despedida, el Sumo Pontífice fue categórico al confesarle que “tengo ganas de ir a la Argentina”, algo que no sucede desde que Jorge Bergoglio fue