
El Concejo Deliberante aprobó ayer por unanimidad el proyecto de ordenanza que prohíbe la circulación de motos que no tengan caños de escape homologados o que hayan sido modificados. También a las que produzcan ruido de impacto por aceleración, desgaste, defecto o por carecer de silenciador u otros mecanismos.
El control estará a cargo de la Subsecretaría de Inspección General en conjunto con el área de Transporte y Tránsito, que a su vez podrán articular con dependencias provinciales o nacionales para asegurar el cumplimiento de la norma.
Los vehículos que circulen en infracción deberán ser retenidos por el personal municipal. El titular o quien posea la tenencia legítima del vehículo deberá presentar la documentación exigida por la normativa vigente para requerir la restitución del rodado, que deberá encontrarse en condiciones reglamentarias para su circulación.